Todo empezó en 2012, cuando me di cuenta de que los consejos financieros genéricos no funcionaban para las familias reales. Trabajaba en una gran consultora, pero veía cómo los clientes salían con planes que nunca implementaban porque no encajaban con sus vidas cotidianas.

La conversación que lo cambió todo fue con una pareja de Gràcia que llevaba tres años intentando ahorrar para la entrada de su primera casa. Tenían todos los números claros, pero la realidad de sus gastos diarios les impedía seguir cualquier estrategia tradicional. Ahí entendí que cada situación financiera es tan única como las personas que la viven.

En 2014 fundé celuvanothri con una premisa simple: entender primero la persona, después los números. Desde entonces, hemos ayudado a más de 400 familias catalanas a encontrar su equilibrio financiero, no el que dicen los manuales, sino el que funciona en sus vidas reales.